jueves, 5 de junio de 2014

¿Por qué NO jugar cuando estás molesto?

Sí, sé que te ha pasado. Perder varios juegos seguidos, o estar molesto por alguna otra razón y en tu mente una sola frase "Gano y lo cierro". Pero ese, para mí, es uno de los errores más grande. ¿Por qué? Simple, cuando estás molesto, te concentras tanto en ganar que te olvidas de lo básico para jugar bien.

Mira, en primer lugar, al primer error que cometa algún compañero o incluso tú mismo, te enojas, y te enojas mucho más de lo normal. En mis peores casos, he mandado 'saludos' a las madres de muchos compañeros de juego.

Segundo y una de las peores, si estás jugando y alguien te habla o interrumpe mientras estás jugando, a lo mucho le dices que por favor te deje jugar tranquilo. Pero si estás molesto la cosa cambia, sientes como si esa persona que en realidad viene a preguntarte qué te pasa porque se preocupa, viniera a tratar de hacer perder y terminas gritándole o tratándola mal para que se vaya.

En cuanto al juego, y te lo digo por experiencia, si estás molesto y sigues concentrado en ganar, lo único que vas a conseguir es un fuerte dolor de cabeza, y al terminar el juego, la sensación que has perdido demasiado tiempo en un 'juego' que ni siquiera disfrutaste.

Podría seguir nombrando muchas razones más, pero estas son las más importante según mi parecer. A veces, claro, terminas ganando, pero la molestia no se va. Sobretodo si la razón de tu molestia es exterior al juego. En lugar de meterte a jugar, primero arregla tus problemas o tranquilízate y luego podrás relajarte con tu juego de preferencia. A menos que sea Flappy Bird, esa cosa solo te hará renegar más.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario